Aumentar la inteligencia financiera con pequeñas acciones – I

Los primeros pasos que marcarán tú diferencia.

Con este tipo de artículo quiero dar a conocer pequeñas acciones que nos ayudan mucho en nuestro día a día. Consiguiendo que se conviertan en un hábito nos van a permitir vivir de una manera más tranquila con respecto al dinero.

Hay pequeñas acciones que si analizamos y tratamos podemos llegar a obtener mejores resultados de los que conseguimos actualmente. Solamente nos falta parar y examinar.

Por supuesto, todas estas acciones, a base de años de práctica, ya se han convertido en mis hábitos y las ejerzo de manera mecánica. Obtengo grandes resultados y es por eso, por lo que quiero compartirlas contigo.

Habrán algunas que ya conocerás y harás (francamente espero que la mayoría) y otras que podrás aplicar nada más terminar de leer el artículo.

Comencemos con el volumen I: 

 

Apuntar todo lo que gastamos

Esto ya lo hemos comentado en algún post anterior. Esta acción no cuesta nada y los resultados que podemos conseguir son asombrosos.

No necesitamos ninguna aplicación si no queremos. Solamente de un móvil, que seguro que tenemos, y la aplicación notas que siempre viene por defecto en el móvil.

Consiste en apuntar tus gastos durante la semana justo después de hacerlos efectivos. Una acción de un minuto.

Ya el fin de semana utilizaremos 5 minutos para pasarlo a una tabla Excel donde quede reflejado, día, mes, año, tipo de gasto, cantidad, y, en mi caso, yo utilizo una columna con comentarios por si quieres dejar algo escrito asociado al gasto.

Por supuesto también podemos utilizar un libro de contabilidad o libreta e ir rellenandola. Da igual como empecemos, a medida que vayan pasando las semanas nos iremos dando cuenta en dónde podemos ir mejorando.

Lo que tenemos que tener claro es que la manera que elijamos  para dejar constancia del gasto nos debe hacer sentir cómodos ya que es una acción que se va a repetir todas las semanas. Si lo hacemos de una manera que nos da pereza y desgana, al final, la dejaremos de hacer.

¿Qué buscamos con esto? Dejar constancia de donde se va nuestro dinero. Ya será un primer paso para aumentar nuestra inteligencia financiera.

Claro, esto no se queda aquí, ¿qué hacemos con esta toma de datos?

 

Presupuestar los gastos.

Una vez hayan pasado varias semanas y tengamos todo apuntado, estaremos en disposición de saber qué dinero va destinado a qué concepto. La idea es que convirtamos en un hábito la toma de datos para pasar al siguiente punto.

Con esto, primero tendremos que comenzar a planificar nuestros gastos anuales. Estos gastos pueden ser el seguro del coche, la ITV, el IBI, los gastos de comunidad…

Estos gastos se pueden planificar de dos maneras. La primera sería destinar todos los meses una cantidad para pagarlos. Sería sumar estos gastos y dividirlos entre doce meses para saber la cantidad a apartar.

De la otra manera, podemos programar un dinero extra que sepamos que nos entra en algún mes concreto para saber que ese dinero irá destinado a cubrir estos gastos.

La cantidad a planificar será la pagada el año anterior.

La finalidad de esta acción es que estos gastos no supongan un cambio drástico en nuestras cuentas cuando llegue el momento de pagarlos. Puede provocar que si no disponemos de dinero, tengamos el peligro de quedarnos en números rojos un mes.

Por consiguiente, ¿no sería mejor acostumbrarse a separar una cantidad o reservar un dinero extra para todo esto? Llegaría el momento de pagarlos y no nos afectaría en absoluto.

Seguimos aumentando nuestra inteligencia financiera.

Esta pequeña acción es el comienzo de un presupuesto. El presupuesto consiste en ir por delante del dinero, es decir, decirle al dinero donde queremos que vaya.

La mayoría de las veces nos enteramos dónde se ha ido el dinero cuando ya es demasiado tarde, cuando ya se fue. Y este error lo cometemos mes tras mes. ¿No crees que es el momento de cambiar y aplicar nuestra inteligencia financiera?

Una vez presupuestado estos gastos fijos anuales, debemos pasar a todos los demás gastos.

Los gastos fijos, es decir, los que no cambian mes a mes o los que seguro que todos los meses pagamos ya sean la luz, el agua, internet, alquiler…  tenemos una menor incertidumbre para saber lo que pagaremos el próximo mes.

Sin embargo, los gastos variables ya son más difíciles si no disponemos de alguna información.

¿Recuerdas la primera pequeña acción?

Si ya hemos comenzado con la primera acción del post ya tendremos un listado de cantidades gastadas. Este listado nos servirá como historial de cada uno de los gastos variables y nos permitirá determinar cuánto nos podemos gastar el mes siguiente.

Por fin, iremos por delante de los gastos. Esta tarea hay que hacerla al final de un mes.

Ya empieza a fluir nuestra inteligencia financiera.

Si vemos que un mes es demasiado para comenzar, podemos ceñirnos a ir semana a semana. Solo hay un riesgo con este enfoque y es que no debemos perder la visión global del mes. No vale cumplir dos semanas y las otras dos, no.

 

Hacer la lista de las dos semanas.

Miremos donde miremos siempre nos están vendiendo. Sea en la televisión, en internet, en la calle, hablando con los amigos, en la radio, en la parada del bus, en las fachadas de los edificios… en definitiva, en todas partes.

¿Qué provoca esto? Que cada vez tengamos la necesidad de comprar y comprar sin miramientos. Siendo en muchas ocasiones, sin necesidad. Solamente por mero gusto a satisfacer una necesidad esporádica.

Estarás conmigo que en la mayoría de las ocasiones, estas compras adquiridas por un impulso acaban por no utilizarse o simplemente por gastarse muy poco. En ambos casos, la compra no ha sido fructífera.

Aquí te presento mi lista de las dos semanas. Esta lista me ha ayudado mucho a mí y a la gente que se la he comentado y por eso quiero compartirla contigo.

Es muy sencillo. Consiste en apuntar todo capricho que nos venga de un impulso para satisfacer una necesidad instantánea.

Una vez apuntado deberá pasar 14 días en la lista. Una vez finalizado esos 14 días, si todavía continúa escrita es porque si lo necesitamos y, por ende, lo compraremos.

En el caso contrario (para esto sirve esta pequeña acción), nos encontraremos que los días irán pasando y nuestra pseudo-necesidad se desvanecerá hasta que hayamos perdido el interés y nos demos cuenta que no necesitamos realizar esa compra.

Recomiendo dejar esta lista en una zona visible en tu casa. Sea en tu mesa de escritorio, en la nevera con un imán… sea en el sitio que sea, que la veas para que puedas por un lado apuntar todos los caprichos y por otro lado ir borrando si te has dado cuenta que no vale la pena ese gasto.

Te darás cuenta que habrán algunos casos que ni siquiera durarán 3-4 días y enseguida lo borrarás de la lista.

Actuaremos con inteligencia financiera. Es asombroso.

Te animo a probar estas pequeñas acciones con grandes resultados en tu inteligencia financiera.

SI te ha gustado compártelo y dale me gusta. Por supuesto si ya haces alguna de estas acciones, dinos qué beneficios has obtenido. Si es la primera vez que das con estas acciones, cuéntanos tus avances.

Un placer como siempre.

Nos vemos en el volumen II. No te lo pierdas.

Licencia de Creative Commons
Aumentar nuestra inteligencia financiera con pequeñas acciones – I by Javier Domingo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

Categorías
2 Comments
0 Pings & Trackbacks
0 Pings & Trackbacks

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.