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El inicio de todo control empieza en lo que es nuestro.
En este artículo te voy a hablar de la independencia financiera, referida al control de la economía del hogar de cada uno.
Mucha gente piensa que esto no necesita mucho control.
Después de todo, entra un sueldo y luego hay varios gastos… Y lo único necesario es controlarte para que a fin de mes te siga quedando dinero en el banco”.
Otros directamente dicen “pero eso se controla solo”.
Pero, por favor, ¿qué me estás diciendo?
Empieza a ESPABILAR, porque si no, de aquí a unos meses, estarás en una bancarrota financiera.
Te voy a dar una idea muy clara y, por favor, que no se te olvide nunca:
“Tu casa es tu vida”.
Todo lo que pasa en esta, te afecta. Bien sea una situación social (dentro de la familia) o un ingreso/gasto que se produzca…
No puedes vivir sin esta idea.
Hazte un favor:
A partir de hoy, cada vez que cojas el coche para hacer el trayecto hasta el trabajo no pienses en los papeles de la mesa.
Dedícate mejor a pensar en algo sobre la economía de tu casa. Pueden ser facturas, compras, colegio, cómo obtener ingresos fuera del salario laboral…
Somos seres que tendemos a pensar en aquello que más tiempo nos lleva en nuestra vida. Y nos despreocupamos del resto de cosas.
Seguramente, me dirás que sí que piensas en la economía de tu hogar.
¡Perfecto! Eso es algo maravilloso.
Y, ahora, te pregunto:
¿Me podrías decir cuál ha sido el importe exacto de tu última factura de la luz?
A continuación te voy a detallar algunos puntos que deberías de empezar a aplicar. De esta maneras conseguirás une efecto llamado «bola de nieve».
Ahorro
El AHORRO en tu economía es un GASTO.
Después de esta frase lapidaria, voy a explicar a qué me refiero.
Esto también me ayudará a explicarte de qué manera podrás ahorrar más de lo que estás haciendolo hoy en día.
La mentalidad que debes tener es considerar al ahorro como cualquier otro gasto fijo.
Es decir, ¿al empezar el mes, te preocupas por tener suficiente como para pagar la hipoteca?
Pues lo mismo deberías hacer con el ahorro. ¿Tienes suficiente como para apartar lo que te has propuesto?
Sí, parece una locura, pero es la mejor manera de poder ahorrar algo al llegar a final de mes.
Ninguna excusa debe ser válida. Ni debe ser lo suficientemente fuerte como para separarte del camino que has elegido.
Lo tengo comprobado.
Ten en cuenta que el 95% de la gente espera a que llegue el último día del mes para decir:
“Este mes he podido ahorrar X €, no era lo que quería pero bueno”.
Esto en el mejor de los casos, ya que existen muchos casos donde la frase es:
“este mes no pude ahorrar nada”.
Lo que ocurre es que no se dan cuenta de que se han gastado ese dinero en un “capricho-necesidad”.
Algo que no deja de ser del tipo: “¿cómo no voy a tomarme un café con los amigos?, …”
Así pues…
¿Cómo hacerlo?
Fácil.
Ponte un porcentaje sobre el dinero que entra en tu hogar y ve sacándolo del banco y guardándolo en otra cuenta.
Esto último es importante. Si lo cambias a otra cuenta, ya no lo verás y será más fácil dejarlo sin tocar.
Mentalidad
Aquí voy a centrarme en algunos puntos muy básicos relacionados con este tema.
1- Hazte fuerte: No dejes que nada ni nadie te distraiga del objetivo de tu economía doméstica..
El mundo y la vida están llenos de tentaciones que incidirán en tu subconsciente.
Esto, probablemente, te hará flaquear.
Tu fuerza interior dejará de dominar el objetivo que persigues.
Y serás seducido por el lado oscuro de nuestra sociedad. Ese que nos hace caer en el círculo vicioso de consumo.
Lo peor es que es parte de nuestra zona de confort, donde nos sentimos cómodos.
Es un lugar en el que ya no tienes que pensar, ni buscas oponerte.
Rompe con ello.
Aunque flaquees en alguna ocasión, no te rindas.
Inténtalo las veces que sean necesarias.
2- Objetivo: Aquello que debes de perseguir hasta el final, da igual lo que suceda.
Te propones escribir todos los días, hazlo, no te pongas excusas. Ninguna excusa debe ser válida. Ni debe ser lo suficientemente fuerte como para separarte del camino que has elegido.
Esto me lleva al punto anterior: si flaqueas, vuelve a intentarlo. La práctica hace al maestro.
Hazte un regalo
Este es un punto que considero muy importante.
De hecho, todos (me incluyo) deberíamos centrarnos en él, ya que, al fin y al cabo, es una motivación.
¿Para qué estoy haciendo esto? ¿Me cuesta mucho esfuerzo?…
El fin siempre ha de ser el mismo: Para conseguir mi autorregalo.
Casi puedo imaginarte sonriendo… por lo menos, pensando que es una tontería.
¿Que yo me haga a mí mismo un regalo?
¡Pero si ya tengo lo que quiero!
Hasta lo que no tengo, lo puedo conseguir, y si alguna vez me apetece un capricho me lo compro.
ERROR.
Esta es la mentalidad del 95% de la gente que nos rodea.
Pero yo creo que, si estás leyendo estas líneas, tú perteneces al otro 5%…
…y el camino que tenemos que recorrer nosotros no es sencillo.
Con este regalo, vas a conseguir un efecto motivacional para ti mismo. Te va a permitir pensar que lo que estás haciendo va a tener una recompensa y eso actuará como refuerzo.
No pienses en algo enorme.
Céntrate en pequeñas cosas que te puedan producir una satisfacción especial.
Hay veces en las que una “tontería” es lo que nos produce esa sensación que nos dice que el día ha valido la pena.
Busca la tuya y póntela como objetivo.
Enseñar-Aprender economía
El título, de este apartado, incluye las dos palabras muy relacionadas. Esto se debe a que muchas veces enseñando algo, nosotros mismos también aprendemos.
El objetivo de este apartado es concienciarte de que debes de enseñar economía dentro de tu hogar.
Que se convierta en algo tan habitual, como puede ser el ir a comprar. Para que se lo puedas transmitir a los que vienen a continuación y que sea un principio fundamental.
No puede ser la selva donde todo vale.
Lo siento pero eso del “todo vale” es un mito que nos han intentado imponer.
Si tú no tienes control, es más fácil que otro lo tenga sobre ti.
Y si otro tiene ese control es más sencillo hacerte consumir.
“Total si al final de mes me han sobrado 50 €”
Esta es una famosa frase que seguro que has oído más de una vez y, a la cual, se contesta:
“Uauh, ¿cómo lo has hecho? eres un máquina. Yo soy incapaz”.
No nos damos cuenta pero este es el principio de un apocalipsis económico.
¡Si hasta la más pequeña empresa lleva una contabilidad!
Yo me pregunto “¿por qué en los hogares no se hace?”.
Yo lo hago. Y un compañero utiliza una hoja de balance empresarial para su economía doméstica. Aunque no creo que necesites llegar a tanto.
Además, a esta pregunta se pueden encontrar un millón de respuestas a cada cual más absurda.
Por eso, mi objetivo es que puedas recapacitar. Es decir, que puedas sentarte con papel y lápiz y empezar a cuadrar los últimos años de tu economía.
También puedes hacerlo con una hoja de cálculo en el ordenador.
¿Dices que no tienes información?
Saca el extracto del banco y empieza a organizarlo. Es un buen punto para empezar. Estúdialo, desmenúzalo y trabaja con él.
Si te ha gustado esta información, te invito a que la compartas. Gracias.
JAVIER DOMINGO
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