¿ES EL FINAL?
George Soros es el megaconocido millonario, que se hizo famoso por hacer tambalearse, muy duramente al banco de Inglaterra.
¿Cómo logró esto? Pues para empezar, diremos que fue un hacke que duró tan solo 24 horas. Cuando la libra esterlina estaba en su máximo histórico, a él se le ocurrió, hacer una importante entrada, pero a la baja.
En este tiempo record, se llevó directamente a su ya abultado bolsillo casi 1,000 millones de dólares, si contamos que esto ocurrió en 1992, imaginemos el dinero de la época.
De aquí nació su gran fama de especulador sin escrúpulos, la cual sigue llevando consigo hasta el día de hoy. Ser el malo de la película, nunca ha sido tan rentable.
Sus conocimientos financieros llegan a tal punto que cuando en 2016, el Reino Unido quiso salir de la Unión Europea, él mismo alertó de que la libra podría caer más del 20%, una gran advertencia viniendo de alguien que ya hundió a su antecesora. ¿Le preocupaba más entonces el estado del país?
Un inversor inteligente y temido que declaró en enero de este mismo año que las criptomonedas son una gran burbuja para un tiempo después decir que va a invertir en ellas.
Esto hace que muchos echemos la vista atrás y recordemos tiempos pasados para intentar predecir lo que pasará cuando entre en este mundo.
Sólo hay dos respuestas posibles:
- La primera de ellas es que invierta al alza, cosa rara viendo el pasado y sobretodo porque para él fueron todo beneficios.
- La segunda de ella y la que a nosotros nos parece más probable, es que invierta en corto como ya paso en antaño.
Con un capital tan fuerte y con sus antecedentes, nos hace pensar que si esto fuera así, el desplome está asegurado, no habría soporte que fuera capaz de soportar esta caída, aunque bien es cierto de que de este inversor / especulador, nos podemos esperar cualquier cosa.
Monedas o producto de inversión.
Si algo define al Bitcoin es la volatilidad, puede estar al alza, a la baja o lateral, pero siempre es treméndamente volátil. Es una de las características que más nos enganchan a los que invertimos en esta moneda.
Es impredecible, luchadora y hace que nos suba a más de uno la adrenalina, así que si esta bomba a la que ya todos estamos acostumbrados la juntamos junto con un Soros al que todos tememos, los resultados pueden ser totalmente impredecibles.
Aunque la emoción del momento es lo que hace que aún nos mantengamos firmes en nuestra apuesta de unas criptomonedas alcistas.
Esto mismo es lo que ha aprovechado Soros para atacarlas duramente, diciendo que no se les puede llamar monedas por su elevada volatilidad.
Además quiso ejercer de gurú para pronosticar un desplome después de hacer subido incansablemente.
El resto de la historia lo conocemos, sus pronosticos se hacen realidad y el Bitcoin cae abruptamente entrando en un canal bajista del que le ha costado meses salir y en el cual estamos viendo un poquito, el fin, aunque aún es pronto para hablarlo.
A día de hoy, su mano derecha Adam Fisher, ha conseguido la aprobación para meterse en este fascinante mercado, aunque según ha dicho, no se ha metido todavía el capital.
¿Qué pensáis? ¿En serio un especulador con estas características invertirá por fin en estas monedas porque le gusta la tecnología en las que están basadas o de lo contrario hará tambalearse al mercado como ya ocurrió con la libra esterlina?
Nosotros no vamos a mover ficha, nos quedamos esperando con nuestras inversiones a ver que pasa. Sólo decimos que su aportación, ya sea a la baja o al alza, no va a dejar indiferente a nadie.
Espero que te haya gustado el artículo.
RAQUEL MARTÍ